Las asociaciones vecinales recuerdan que existe una iniciativa abierta en Madrid Decide para evitar que en 2020 se renueve la contrata de Valdemingómez
La incineración de residuos tiene graves consecuencias para la salud. Recientes estudios europeos acreditan que las personas que viven en zonas cercanas a incineradoras tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades, entre ellos cáncer, y que estos son además más mortales. En el caso de mujeres embarazadas, aumentan también la probabilidad de malformaciones del feto y partos pretérmino.
Así lo han explicado expertos médicos de GEIS Madrid durante una charla celebrada en Vallecas. Dada la dificultad y el coste de realizar este tipo de estudios, no existen aún informes similares en el entorno de la incineradora de Valdemingómez, pero estos expertos de GEIS han recopilado multitud de investigaciones de prestigio a nivel internacional que coinciden en las consecuencias perjudiciales de la incineración. Las sustancias que produce la quema de residuos son carcinógenas y tóxicas (dioxinas, escorias, cenizas o metales pesados como el arsénico, el mercurio, o el plomo). No sólo se ingieren vía respiratoria, sino también a través de los alimentos, provocando consecuencias en la salud de los vecinos de los alrededores en dos grandes niveles:
- Salud y cáncer: Incrementa en un 140% la probabilidad de padecer cáncer de páncreas, cáncer de pleura (98%), cáncer de vesícula (43%); cáncer de estómago en mujeres (38%) cáncer de mama (17%), Linfoma No Hodgkin (12% en adultos, y hasta un 52% en menores de 15 años), etc.
- Salud reproductiva: Aumenta la probabilidad de que los recién nacidos padezcan labio leporino, displasia renal, espina bífida o cardiopatías u otor tipo de anomalís congénitas; en porcentajes que van desde el 10% hasta el 40%; entre otras consecuencias.
La oportunidad: Reclamar la no renovación de Valdemingómez
Hasta 172.000 habitantes vivimos dentro del radio de 5 kilómetros de la incineradora de Valdemingómez, la zona más afectada por las emisiones tóxicas. Según los expertos, el radio de afectación alcanza incluso hasta los 10 kilómetros, lo que supone que 713.000 ciudadanos de Madrid están padeciendo paulatinamente estas consecuencias. Se defiende el modelo de Residuos Cero que permita avanzar hacia un modelo más sostenible. Por ello, durante la charla se ha recordado la importancia de movilizarse y reclamar la no renovación de la contrata de la incineradora, que expira en el año 2020.
En la plataforma participativa Madrid Decide ya hay una iniciativa en este sentido que cualquier ciudadano puede apoyar, y que cuenta con el impulso de la Alianza “Incineradora de Valdemingómez No”, formada por más de 30 entidades.
La incineradora no es lo mismo que el vertedero: Incinerar no produce olores
Uno de los asuntos más tratados durante el tiempo de debate de la charla ha sido el de los malos olores que muchos vecinos han venido percibiendo en estos días. Las asociaciones vecinales han aclarado que estos olores proceden en realidad del vertedero y de las plantas de biogas, no de la incineradora; y si bien el problema de los olores es molesto e incómodo, las emisiones de la incineradora provocan efectos perjudiciales para la salud.
Estos portavoces vecinales han aclarado que el problema de los olores está siendo ya atendido por las Administraciones, pero el de la incineradora podría ser un problema de muchos años más si se renovase su contrata en el año 2020.