Informe de Seguimiento de Acciones correctoras en Valdemingómez para la eliminación de malos olores – 29 de junio 2021
El pasado 17 de marzo nos reunimos con representantes municipales del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad, de la Dirección General del Parque Tecnológico de Valdemingómez (PTV) y de la Junta Municipal de Villa de Vallecas. Por la asociación estuvo Rosa Mª Pérez y por la FRAVM Quique Villalobos.
En la reunión nos presentaron las obras realizadas hasta la fecha en varias plantas, contempladas en el proyecto de eliminación de olores del complejo de Valdemingómez, como parte de las acciones correctoras propuestas en los estudios de contaminación odorífera de 2016, fruto del convenio firmado por nuestra asociación y la FRAVM con el Ayto de Madrid en diciembre de 2015.
En el informe, que podéis descargar, figura lo más destacable de aquella reunión y de la visita de obras acordada en la misma, que se realizó el 23 de junio de 2021. Disponemos de la presentación que utilizó el ayto, que se anexa a este informe, pero el orden de exposición será el que seguimos en la visita de obras. A la visita asistieron Pepe Huelves por la asociación y Quique Villalobos por la FRAVM.
Conclusión: en la visita hemos podido comprobar las obras realizadas que, en general, parecen bien ejecutadas, con materiales de calidad y dirigidas a resolver los problemas detectados. Con lo cual todo apunta a una intención clara de resolver el problema a través de la eliminación sucesiva de los focos que lo provocan.
Ahora bien, da la sensación que en las intervenciones se ha tenido demasiado en cuenta al gerente de cada planta, ajustándose a sus necesidades y formas de trabajo, supeditando en ocasiones el objeto de la corrección. En todo el proceso de negociación de las obras nos hartamos de pedir que los fosos estuviesen confinados y con un sistema de doble puerta en depresión. Pues bien, finalmente la obra se ha diseñado para ese fin, pero no se ha puesto doble puerta. El resultado lo vimos en la visita, un camión arrolla una puerta y la rompe, quedando la nave abierta hasta que sea reparada, no sabemos muy bien cuándo. El simple hecho del accidente da para pensar si el ritmo de entrada de los camiones es el adecuado, o si se opera en un stress que no ayuda a que la gestión de la planta minimice al máximo la emisión de malos olores. Es decir, prima el funcionamiento de la planta y sus operadores frente al daño que se genera en esas condiciones y ritmo de trabajo.
Lo mismo ocurre con la emisión que provoca el gasómetro. Como la válvula está en la zona de trasiego de camiones se da por hecho que la corrección no es viable o es demasiado costosa para la contribución que hace. Resultado, hay una fuente de mal olor a biogás en continuo, cuando podría idearse una conexión con el sistema de aspiración y biofiltro.
Sea como sea, el avance es evidente. De la intervención que resta por ejecutar y del control del vertedero hasta el final de su vida útil en 2026, dependerá la solución o no del problema de contaminación odorífera que sufrimos.
Parece clara la necesidad de seguir haciendo seguimiento dirigido a garantizar que la línea de corrección y mejora del PTV no queda aparcada o en un funcionamiento de mínimos. Por nuestra parte seguiremos con este trabajo de seguimiento y reclamación, que es lo único que, en todos estos años, ha supuesto una mejora de las horribles condiciones que teníamos en 2007 y que sucesivamente se ha ido corrigiendo, aunque sin llegar a resolverse satisfactoriamente.